Decía la filósofa y escritora española María Zambrano -afincada en México luego de su exilio tras las Guerra Civil de aquel país-  que la mitología griega estaba poblada de íconos feministas sin ellas saberlo. Podríamos ejemplificar esto con la historia de Ariadna, aquella princesa, hija del Rey Minos, que fue la verdadera clave para derrotar al terrible e imbatible Minotauro de Creta.  Ariadna le dio el hilo de plata a Teseo para que no se perdiera en ese laberinto infinito que vio a incontables hombres conocer su magro destino. 

El hilo de Ariadna funciona como una metáfora del feminismo:  finalmente, se trata del movimiento social  más importante a nivel mundial por su fuerza transformadora y su búsqueda por la construcción de un mejor futuro, igualitario, equitativo y justo. 

Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, Morena Sonora realizó el evento Interseccionalidad: Diálogos violetas que sirvió como un punto de encuentro y diálogo, de reflexión y solidaridad, donde desde sus diversas trincheras fueron tejiendo una cartografía potente y profunda sobre lo que significa ser mujer, las violencias que las atraviesan, los avances y logros que se han conseguido, pero también los rezagos y retos que aún hoy necesitan de una urgente respuesta.

Desde su nombre hay una declaración de intenciones: Interseccionalidad. Un concepto acuñado por la académica norteamericana Kimberlé Crenshaw y luego retomada por la filósofa Judith Butler donde se pone de manifiesto que a una persona la pueden atravesar diversas opresiones por razón de género, raza, orientación e identidad sexual, clase, discapacidad física, etc. 

Los diálogos violetas organizados por Yessenia Borbón Sotelo, titular de la Secretaría de las Mujeres de Morena Sonora, se convirtieron en un fractal de anécdotas, de historias, de reivindicaciones, y de crónicas de luchas de las diversas ponentes, cada una desde su posición; sean activistas, académicas, diputadas. 

La presidenta de Morena Sonora, Judith Armenta Cota,  recordó los avances con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, como la paridad de género en el gabinete,, así como los logros conseguidos en la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, primera presidenta en la historia de México: darle nivel de Secretaría al Instituto Nacional de la Mujer, incrementar los apoyos gubernamentales a las mujeres, la visibilización mediática de mujeres que han transformado la vida pública de este país y acuerdos y programas destinados a garantizar la vida libre de violencia, el sistema nacional de cuidados y romper con la brecha general de salarios, entre otros.

“En el pasado proceso electoral, el camino de nuestra historia dio un giro que fue muy necesario y que era urgente y logramos entre todas y todos que llegara al poder la presidenta Claudia Sheinbaum, eso lo logramos con el estigma de que vivimos en un país machista, a 200 años de la república y a 70 años  de que apenas las mujeres tuviéramos derecho a votar”, expresó la dirigente estatal.

El génesis del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer tiene sus precedentes en las marchas y protestas de las fábricas textiles de Nueva York por las condiciones abusivas e inhumanas; también en los pensamientos de las mujeres obreras y socialistas con Rosa de Luxemburgo y Clara Zetkin y que poco a poco se convirtieron en manifestaciones con un eco deslumbrante. De este punto se va tejiendo la evolución de un movimiento que engloba la búsqueda de un mejor futuro, que reivindica la igualdad de la mujer ante el hombre, los pesos inhumanos del sistema capitalista y patriarcal. 

Interseccionalidad: Diálogos violetas funciona como una especie de aleph borgeano que mientras revisita el pasado para saber de dónde viene el movimiento, da un panorama del presente, con todos los avances logrados por el feminismo en México y en el mundo, encontrando en el gobierno de la Cuarta Transformación, una plataforma para seguir conquistando derechos; pero también plantea los retos a resolver en el futuro.  Uno de los grandes méritos del feminismo es su capacidad para dar voz a todas las mujeres, para alejarse de esa homogeneidad y abrazar la pluralidad de sus peticiones.

Al caer la noche sólo queda seguir pensando en ese hilo plateado que Ariadna le entregó a Teseo.